El proyecto de investigación “Sesgos de género sobre los estudios y carreras STEM en jóvenes en distintos momentos del ciclo vital: ¿Qué hay de mito y qué de realidad?” pretende identificar los mecanismos que podrían conectar más mujeres a la innovación científica y tecnológica, a partir de la percepción que tienen los jóvenes (chicas y chicos) sobre las disciplinas STEM en distintos momentos de la vida vinculados a la transición a la etapa adulta.
Aunque los resultados académicos de chicas y chicos en ciencias y matemáticas son cada vez más similares e incluso mejores en el caso de las chicas, la participación de las mujeres en los estudios y empleos en Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM, del inglés Science, Technology, Engineering and Mathematics) sigue siendo desigual. Las mujeres superan el sesenta por ciento en carreras vinculadas a la salud y la biología, como medicina, farmacia y ciencias biológicas, pero su presencia es escasa en profesiones como la física, la informática y la ingeniería electrónica.
La presencia femenina en ámbitos tecnológicos se suele concentrar en puestos de apoyo como desarrolladoras web, analistas de sistemas o administradoras de bases de datos. Y, a lo largo de la vida profesional, las mujeres abandonan estos campos científicos y tecnológicos con más frecuencia que los hombres.
A la hora de explicar por qué chicos y chicas eligen estudios y profesiones diferenciados, investigaciones recientes muestran la importancia que tiene para los individuos buscar la congruencia entre los roles sociales y las metas académicas y profesionales. En este sentido, las carreras relacionadas con las ciencias, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas se perciben como menos adecuadas que otros ámbitos para conseguir metas comunales asociadas típicamente al rol de género femenino, tales como ejercer cuidados y trabajar en contacto con personas.
Este estudio está financiado por Fundación Telefónica, con el objetivo de avanzar hacia la igualdad de oportunidades y la equidad de género en los ámbitos STEM, un entorno profesional dinámico, con una demanda creciente y clave para la innovación, que no puede seguir excluyendo a las mujeres.
Los resultados nos permitirán plantear recomendaciones y buenas prácticas dirigidas a actores sociales implicados en el contexto educativo (familias, profesorado, responsables de centros de educación,…), político (diseño e implementación de políticas públicas) y empresarial (responsables de gestión de personal, agentes de igualdad, …).